sábado, 26 de abril de 2008

Libertad para mentir

LIBERTAD PARA MENTIR
Prohibido prohibir (Mayo del 68)

Hace siglos que se discute sobre la libertad de expresión y sus límites. Una frase famosa, en mi juventud, era“prohibido prohibir”.
Decíamos entonces que, por ejemplo, si un grupo fascista quería poner una parada de libros en plena calle, no había problema. Nosotros siempre podíamos poner enfrente otra parada de libros donde la gente, por supuesto, pensábamos, se aglomeraría para leer la verdad.
Creíamos en el “hombre nuevo”, aquel que, educado en libertad, haría suyos los ideales de la solidaridad y de la fraternidad entre los pueblos. Y pensábamos que prohibir que alguien exprese sus ideas, era sentar la excusa, el precedente, para que algún día alguien prohibiera las nuestras. La solución, libertad de expresión para todo el mundo.
Han pasado muchas cosas desde entonces. El “hombre nuevo” que iba a nacer libre, fue abortado por dictaduras y democracias sólo en apariencia y una televisión que, de manera enfermiza, nos ha educado para el consumo, la resignación y el odio a “los otros”.
Poco pueden los honrados maestros-as, frente al bombardeo televisivo y de la prensa en general, que, sustituyendo a los curas de antaño, nos inculcan lo que debemos creer:

“En España (País Vasco incluido) hay elecciones libres. Las elecciones en EEUU son fraudulentas, pero legales. En Cuba no hay elecciones libres. Fidel Castro es un dictador. La guerra en Irak es ilegal. La guerra en Afganistán es humanitaria. Un dibujante está en su derecho a insultar a 1.000 millones de musulmanes. Un dibujante no tiene derecho a criticar al Rey, ni en broma. Si se cierra un diario vasco, o se ilegaliza un partido político por sus opiniones, es un triunfo de la democracia. Si Hugo Chávez, en Venezuela, no renueva la concesión a una televisión que aplaudió un golpe militar, demuestra que no hay democracia. Si los palestinos lanzan un cohete casero y matan a un colono israelí, Israel tiene derecho a defenderse y a castigar por asedio y hambre a toda su población. Al fin y al cabo, ellos lo quisieron, votaron a Hamas, y deben pagar su error.”

La guerrilla colombiana y Hugo Chávez, Presidente de la insumisa Venezuela, han realizado ya 2 entregas de rehenes, sin contrapartida por parte del Gobierno colombiano. Al contrario, éste trató de impedirlo, enviando miles de soldados a la zona donde se iban a liberar. Luego, penetra en territorio de Ecuador y, con alta tecnología y en plena noche, los masacra al estilo de Israel, provocando una crisis diplomática y preparando el camino para la guerra, siguiendo los planes de su amo.

Ahora se sacan de la manga, como por arte de magia, un estado nuevo, independiente: Kosovo. El imperio quería hace tiempo una gran base militar en Europa, en la frontera con Rusia. Por eso se rompió Yugoeslavia, que había sido un ejemplo de armonía entre distintas etnias, y se ha creado un estado artificial, con la ayuda de Bush y la sumisa Europa. Según James Petras, sociólogo americano, el supuesto presidente de Kosovo, el señor Thaci, fue considerado hasta los años 90 un terrorista y un gangster y estaba y sigue estando vinculado con narcotraficantes, trata de mujeres,...

Así pues, cuando al Imperio le apetece, crea un Estado artificial en un lugar estratégico, preparando futuros complots y guerras. Tiene su parecido con la creación de Kuwait en lo que antes fue Irak (la antigua Mesopotamia) y con la creación del Estado de Israel, que tantos frutos (podridos) ha dado a los que manejan las riendas del mundo en la sombra.
Por lo visto, al Imperio no le apetece que los palestinos, los vascos o los kurdos, o los catalanes, pueblos nada artificiales, con más raíces, lengua y cultura propia, podamos decidir nuestro destino.

¿Hay que boicotear los Juegos de Pekín?

Estos días, China está en el punto de mira de la prensa occidental, por el Tíbet. ¿Dónde está la verdad y dónde la manipulación? Si queremos saber la verdad, tenemos que repasar la historia del Tíbet y del boicot occidental a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. EEUU se ufana de haber preparado la “trampa afgana”. Armando a los talibanes afganos, forzó a los rusos a invadir Afganistán. Al poco, boicoteó los juegos de Moscú, en protesta por esa invasión que ellos mismos habían forzado.

Para acabar, un resumen de un periodista que todavía hace periodismo de investigación.

De la censura a la mentira (11/2/08)
Pascual Serrano, en Dominio Público (leído en “rebelion.org”)

“Bastaría con no mentir... Cuando se celebraron hace unas semanas las elecciones en Cuba, la gran mayoría de los medios aseguraban que sólo se podía presentar el Partido Comunista, al que pertenecían la mayoría de los candidatos, lo cual era falso... más de la mitad de los candidatos no eran miembros de ese partido. También hace unos meses, el semanario Intervíu difundía en portada un reportaje en el que afirmaba que Marcos Chávez, hermano del presidente de Venezuela, era el comisario general de la lucha contra la droga y la criminalidad en ese país y que una conversación grabada por la policía española mostraba la felicidad de los narcos desde que este hermano del presidente dirige esa policía. Ni el tal Marcos Chávez es el jefe antinarcóticos de Venezuela –es el responsable de la policía científica–, ni es hermano ni tiene ninguna relación de consanguineidad con Hugo Chávez. Del mismo modo, el diario El País presenta como manifestación contra Evo Morales una concentración de sus partidarios (28-11-2007). Las mentiras en nuestros medios de comunicación son constantes e impunes. En las dictaduras el método para impedir que los ciudadanos estén informados es la censura... Ahora las verdades pueden ser enterradas a base de mentiras, y el resultado es el mismo: ocultar la verdad, censura por tanto... O somos constantemente engañados con la mentira o la incertidumbre informativa es absoluta; ya no sabemos dónde se encuentra la verdad... La solución es la puesta en funcionamiento de órganos y legislaciones que garanticen el rigor en la información y sancionen las mentiras y falsedades. En España, los dos grandes partidos políticos,... han logrado que se termine la legislatura sin que se apruebe el Estatuto del Periodista, que pretendía esa veracidad y objetividad en la información, tras marearlo durante dos años. Y mientras tanto, los ciudadanos seguiremos sufriendo la nueva forma de censura, la verdad enterrada entre mentiras.”

lunes, 24 de marzo de 2008

C A T A R S I S

No le pongas parche,
el sistema está podrido.
(Mayo del 68)

Creo que, tras las elecciones, necesitamos una catarsis, una purga.
Personalmente, estoy deprimido. Y no quiero estarlo más.
Por si mañana pierdo la memoria, dejo escrito que no voy a votar más
(salvo, quizás, en las municipales).
Hace años dije que yo no participaba en una partida con las cartas marcadas.
Pero luego vino la guerra de Irak, y las grandes manifestaciones,
y voté porque me creí lo de parar al PP. Y he seguido votando para parar al PP.
Con todo, antes y después de votar, siempre me deprimo. Pero nunca como ahora.
Y es que el resultado de estas elecciones se podría escribir así:
Cautivas y desarmadas las fuerzas alternativas,
la Comedia ha terminado.
El Partido Único, PPSOE (PP+PSOE),
ha ganado las elecciones
por una mayoría aplastante que ronda el 90%.
Como en los tiempos de Franco.
Y es que, con la teoría del “voto útil”, los grandes se han comido a los chicos.
Dicen que, si la mierda fuera oro, los pobres naceríamos sin culo.
Lo cierto es que, si las elecciones actuales sirvieran de algo,
no nos machacarían con ir a votar, estarían prohibidas.
Pero al sistema capitalista le sirven, y mucho.
No es lo mismo gobernar con mano férrea, con una dictadura, disturbios en las calles
y el movimiento obrero organizado,
que gobernar con “talante democrático”, con la gente deprimida en sus casas,
pensando en la hipoteca.

Cierto es que el derecho al voto lo conquistaron nuestros antepasados con sus luchas.
Cierto es que podría ser un buen modo de entendernos civilizadamente,
pero nunca en las actuales condiciones, con dos candidatos mimados por la TV,
financiados-atados millonariamente por el Gran Capital,
en las que algunos partidos necesitan medio millón de votos para conseguir
un escaño,
cuando otros, con los mismos votos, consiguen 10 escaños.
Desengañémonos de una vez.
Como dijo Rotchild, banquero judío,
“voten a quien voten, siempre nos votarán a nosotros.”
¿Cuándo la izquierda de verdad ha ganado unas elecciones?
Hace ya 77 años, la izquierda española se unió,
el Frente Popular ganó las elecciones y se conquistó la Segunda República.
Pero duró poco, como sabemos todos.
Recuerdo a Salvador Allende en Chile, los sandinistas en Nicaragua,
los argelinos en los años 90,..
Cuando, en Chile, Pinochet instauró el reino del terror,
se decía que el tiempo de Allende le había servido al sistema
para que los grupos clandestinos dieran la cara y poderlos masacrar.
Hasta hora, poco han durado los experimentos
de una izquierda ganando las elecciones. Y hace mucho que no sucede en Europa.
Lo que sí ocurre, y muy a menudo,
es que el Gran Capital, muy inteligentemente, juegue a 2 cartas, o más,
de manera que todas las opciones sean suyas.
Me cabrea ver cómo van desapareciendo los pequeños partidos de izquierda,
con una militancia histórica,
mientras otros, surgidos de la nada -como Unión para el Progreso y la Democracia-
con soporte televisivo y millones de euros, consiguen buenos resultados.

Desde que en el País Vasco se ilegalizó
a un partido que representa al 20% del electorado,
la gente honesta, por solidaridad, teníamos que haber roto la baraja, si no antes.
No hay democracia cuando 2 millones de inmigrantes legales no pueden votar.
Desengañémonos,
el sistema está podrido, los parches no sirven,
y habría que cambiar muchas cosas para poder “jugar” un juego limpio.
Ahora sólo nos queda denunciar a quien hace trampas,
a los partidos mayoritarios que aplauden, porque les conviene, la Ley Electoral actual.
Y luchar, como siempre ha luchado la Humanidad,
en el día a día, con dignidad,
estableciendo nosotros de nuevo las Reglas del Juego,
con valentía, jugándonos algo más que un escaño podrido en un sistema podrido.
Como dice Gonzalo Jauralde, en “Reflexiones sobre un día de marzo”,
“¿Quién ha ganado el 9 de marzo?
Mejor diremos no quién ha ganado, sino quién ha perdido: las ganas de luchar.
Hoy somos burgueses todos aunque no tengamos ni para comer.
Lo somos porque ya ni creemos en las revoluciones, en las protestas, en la desobediencia…
Somos burgueses porque hemos caído en el nihilismo más absoluto.
No nos quejamos: pantallas de televisión en todos los rincones de las ciudades;
cámaras de seguridad por las esquinas; pasaportes, DNI,
formularios de identificación por aquí y por allá,
domesticación constante en las escuelas, en la prensa,…
Y ante eso, en vez de reaccionar, agachamos la cabeza
y dejamos que todo siga, porque ya nada, pensamos, puede cambiarse.
Nos hemos vuelto conservadores. Nos contentamos con el sofá y la tele…
¿De verdad es todo así?”
Ojalá las últimas elecciones nos revuelvan por dentro
y nos hagan pensar y recapacitar.
Es hora de volver a empezar. Nada de lo actual nos sirve.
Los partidos de izquierda –si los hay- se desgastan en la contienda electoral.
Los sindicatos... ¿para qué hablar?
Quizá tengamos que tener
“valentía para cambiar lo que se puede cambiar,
serenidad para aceptar lo que no podemos cambiar,
y sabiduría para saber distinguir entre ambas cosas”.
Quizá tengamos que empezar por encontrar tiempo para pensar, aunque duela.
Apagar el televisor, apagar el ordenador y el vídeo,
y juntarnos, de nuevo, como antes,
recuperar rituales perdidos, como la tertulia.
Los problemas que plantea nuestra vida cotidiana,
como la especulación de la vivienda, la salud y los fármacos, la comida basura,
las guerras, el deterioro del planeta,...
no los solucionarán ni el PP ni el PSOE, ni una izquierda desunida.
Sólo un movimiento ciudadano sin siglas
que empieza ya de nuevo en los barrios, en las fábricas, en los institutos,...
que cuestione todo el sistema capitalista, porque los parches no sirven,
podrá algún día devolvernos la esperanza.
Marzo del 2008

sábado, 23 de febrero de 2008

a dónde vamos...mejor, de dónde venimos..¿?

La evolución humana i con ella la aparición del comportamiento humano moderno sigue una línea, que muchas veces ha sido puesta en duda, pero las evidencias fósiles, i ahora, los datos genéticos le dan más fuerza que nunca a un único camino. El camino que recorrieron los primeros humanos modernos, Homo Sapiens, des de su aparición, hasta la actualidad.
Hay dos teorías, con más o menos fuerza, que explicarían cómo, cuando y dónde se expandieron los “humanos modernos”. La primera de ellas es la teoría multiregional, y que a grandes rasgos se define por hablar de una única población humana a lo largo de la historia unida por un flujo génico; una única especie homínida. Se basa en un cambio gradual de la morfología humana a lo largo de los años, y a un distanciamiento de poblaciones, que da como consecuencia características diferentes, gran variedad regional. Pero la hipótesis es difícil de defender, ya que genéticamente, algunos de estos homínidos, a los que ellos también llaman Homo Sapiens arcaico son completamente diferentes. Milford Wolpoff, defensor de esta teoría, cree que la combinación de algunos rasgos actuales es particular de antiguas poblaciones de la misma zona, habla de continuidad genética. Aún así, los datos fóssiles i genéticos dicen que los individuos modernos son descendientes de una única población que vivió en África hace 200.000-100.000 años.
La segunda teoría se llama la “hipótesis del débil Jardín del Edén”, y tiene sus fundamentos basados en pruebas y datos genéticos sacados de los fósiles encontrados y de la población actual, siguiendo la línea evolutiva materna que nos dibuja el ADN mitocondrial. Ésta hipótesis revela que los genes que dieron lugar a la morfología humana moderna surgieron de una población africana, que apareció y convivió simultaneamente con otras especies. También afirma que ésta población salió de África hace 50.000 años y que se expandieron por todo el mundo. No se habrían mezclado con otras especies sino que las habrían extinguido, sustituyendo poblaciones. No se trata de una extinción con comportamiento violento, aunque seguramente se dieron disputas y peleas, pero por ejemplo, en Europa convivieron Homo Sapiens y Neandertales durante 10.000 años. Parece, más bien, que los hubieran arrinconado hacia el sur del continente, que es donde se encuentran los fósiles más cercanos en edad, y por lo tanto se dio una ocupación progresiva.
A partir de aquí, y dando como buena la segunda teoría, hablemos de que se entiende por comportamiento humano, y por tanto, cómo eran estos “humanos modernos”. Se saber que eran más inteligentes que el resto de primates, y eso fue una parte fundamental, que se complemento con una capacidad por acumular y transmitir conocimiento y las nuevas adaptaciones, de generación en generación. Es decir, estos humanos adquieren habilidades, conocimientos y técnicas a partir de la observación y la instrucción. Como consecuencia de estos avances hay mejoras en la ocupación del territorio, sobretodo en hábitats más difíciles, mejora la tecnología y sus materiales. Dentro del grupo también hay mejoras. Se san a cabo intercambios a larga distancia, las relaciones sociales cambian y aparecen nuevas estructuras más pequeñas dentro del propio grupo, seguramente a causa del uso de refugios que hacen que tengan que convivir en grupos reducidos. Hay también presencia de diversas formas de expresión simbólica, como adornos, pinturas...Todo eso pasó a todos los rincones del planeta, empezando por una expansión en Asia y llegando hasta América del Sur, ya que debido a una alta tasa de reproducción, y los cambios en el comportamiento permitieron ocupar todo el territorio.
Pero también hay discrepancias sobre la aparición de este comportamiento humano. Algunos hablan de una Revolución Humana. Aseguran que el comportamiento humano moderno apareció hace 50.000 años, y que hasta entonces había habido una morfología y una conducta similar a la de los Neandertales. Se habla de una innovación cognitiva, que tendría que ver con el lenguaje, pero eso requeriría un cambio genético muy rápido. Otros continúan usando la palabra Evolución, afirmando que el primer registro arqueológico encontrado en África ya muestra comportamientos complejos que serán los que más adelante encontramos en Europa, de hace 40.000 años. Lo que está claro es que si hubo una Revolución estuvo causada por un cambio en las habilidades cognitivas, y que no produjeron modificaciones en el esqueleto, ya que no hay evidencias de ello. Seguramente, hubo un cambio, pero fue cultural y no genético, que se dio hace 100.000 años, aunque en Europa no llego hasta hace 50.000 años.
Así pues, si nuestra especie procede de una población que aparece en África hace 100.000 años, i a partir de aquí se expande por todo el territorio, padeciendo unos cambios, más o menos parecidos en todos los lugares, y la muestra es le comportamiento moderno actual; que valor tiene el concepto de raza?. Creo, que seguramente ninguno. Partiendo de que todos somos diferentes, pero no suficiente para hablar de diferentes especies, si tiráramos atrás en las lineas evolutivas llegaríamos a un punto de unión común...a ese grupo de Homo Sapiens que apareció hace más de 100.000 años. Des de ese inicio nuestro ADN ha sufrido mutaciones, a un ritmo conocido, guardando las anteriores. Por tanto si analizamos el ADN de la población actual las diferencias son mínimas, incluso con personas de continentes y regiones diferentes. Aún eso, el concepto de raza tiene un valor muy elevado en nuestra sociedad. Juega un papel fundamental en cómo vemos el mundo y como el mundo nos ve. Aún así, es fácil identificar que no tiene ninguna base científica o suficientemente válida, ya que agrupamos las poblaciones de maneras muy diferentes; por color, piel, religión, lengua, territorio...sin tener una una única clasificación natural, porque no la hay. Todos somos una misma especie. Incluso el ADN de un europeo puede ser más parecido al de un africano, que el de dos africanos entre ellos.
No es falso que entre grupos de personas existen diferencias genéticas. Eso pasa en poblaciones aisladas i normalmente con baja población, dónde la deriva genética es más rápida. Y lo mismo en el caso contrario; Europa ha evolucionado o cambiado más lentamente debido a la gran cantidad de población. Pero hasta en un mismo grupo aparecen diferencias, porque hay presentes genes solo se manifiestan en algunos casos. Y aún así, no podríamos hablar de especies o razas diferentes...lo que nos une, es mucho más de lo que nos separa.

martes, 12 de febrero de 2008

El misterio de toda virgen


Piedras grises asemejando a los grandes monumentos, edificios inmensos para dar rienda suelta a la devoción de los fieles y una leyenda desgastada y sobre-utilizada por toda la geografía. Ingredientes normales para una tarde turística, pero por desgracia el turismo va bajándose los pantalones ante los negocios y hace ya tiempo que no sabe como se abrochan.

Inmensas cruces por todas partes, puntos preciosos creados expresamente para sentirte único, para que una falsa sensación sobrenatural te traspase. Un ambiente en el que lo espiritual vibre, en el que la brisa y las nubes te recojan y te trasladen sin mover tus pies. Un perfecto decorado para la mejor farsa de la historia.
Sería perfecto el paraje para poder liberar el interior, para respirar unos segundos sin nada más, pero no es así. ¿De qué iba a servir llegarte a tan sagrado lugar sin compran una vela que asegure tu bienestar y el de los tuyos? ¿Cómo vas a irte sin recibir la bien vendida bendición? ¿Y si además puedes curarte de todos tus males? ¿Vas a dejar pasar la ocasión? Cuidado, ya tienes los pantalones a la rodilla.
Por supuesto que no, ¿cuanto he de pagar para que los daños de mi edad se vayan? Con mis ochenta y muchos años quiero que la virgen me libre de los achaques de la edad, quiero que me devuelva a mis veintitrés, ¿Qué es el curso normal de la vida? ¿Qué es el azar? ¿Qué del rol que cada uno juega? Nada de eso existe para mí. Yo tengo fe, fe en la virgen, fe en la iglesia, fe en ese alegre vendedor de velas que se traga mi billete con una amplia sonrisa, fe en ese sacerdote bonachón que me está hablando, ¿que dice?, ¿por los tobillos los dejo mejor? Muy bien, pues pantalones a los tobillos porque tengo fe.
Y ya los hay que aparecen sin pantalones; soy voluntario mi tiempo es suyo, ¿Por qué ayudar a los pobres que no pueden comer si puedo venir a ayudar a viejas enjoyadas que piden a la virgen que les cure del reuma?, soy voluntario porque tengo fe. Cuando uno tiene fe, es que ya entendió el mensaje divino.
Y así es como el negocio de la fe baja cada vez más pantalones. Pero insisto, el decorado les quedó realmente precioso.

jueves, 31 de enero de 2008

INTENTANDO LLEGAR A LA GENTE DE LA CALLE

¡Hola, amigos! Gracias por invitarme a participar en vuestro blog. Me gusta cómo habéis empezado VIDASCENSURADAS.

Habláis de OTRA VISION DEL MUNDO. Me gustaría contaros mi experiencia en estos últimos años, pues tiene relación con la aberrante manipulación informativa de prácticamente todos los medios de comunicación y el intento de hacer llegar A LA GENTE DE LA CALLE una información alternativa.

Hace unos 30 años que me dedico a la venta ambulante por los mercados de artículos de mercería –hilos, botones, agujas,...-.Las mentiras del 11-S me despertaron de un cierto letargo, y sentí que tenía algo que decir. Me compré un ordenador y empecé a encontrar INFORMACIÓN de verdad. Hice varias revistas, 200 ejemplares de cada una, y las repartía a la gente que –en general- pensaban como yo.

Empezó la guerra de Irak y sentí que me hervía la sangre. Me acordaba de jovencito, por los años 70, cuando entré en un inofesivo grupo de “amigos del tercer mundo” y entre varios ensayábamos canciones contra la guerra del Vietnam, que pensábamos cantar por las Ramblas de Barcelona. Antes de perfeccionarlas, se acabó la guerra.

Esta vez, pensaba, me pilla en un buen momento, separado, solo, un poco aburrido y con una “red de redes” maravillosa si escoges bien tus aliados. Y empecé con una huelga –una semana-, durante la cual montaba mi parada sin el género, con un cartel “NO A LAS GUERRAS” y muchos papeles sacados de Internet, con un letrero “Internet a la calle”. Me sentía un intermediario entre el mundo virtual de Internet y el mundo real de la calle.

Desde entonces, he conservado el cartel y un pequeño espacio en mi parada con algunos libros que encuentro interesantes y la información de Internet (básicamente la recojo de “rebelion.org”). Además, cada mes edito un tríptico –se puede doblar y guardar en el bolsillo, desplegarlo en el metro, en la cola del autobús, en la peluquería,...- con algún tema que me ha impactado, o con algún tema propio, de vez en cuando.

La respuesta de la gente ha sido buena. Mi parada de mercería no es muy rentable económicamente, pero me satisface muchísimo poder decir LO QUE QUIERO –con matices, pues a veces me autocensuro-. Y, lo más importante, LLEGA DE VERDAD A LA GENTE DE LA CALLE. Pasa mucha gente por mi parada, la mayoría mujeres y bastantes abuelas analfabetas que se quedan el papel para que se lo lean sus hijos.

Desde el principio, mi idea -con la euforia de las masivas marchas contra la guerra- era estimular la creación de UNA RED DE INFORMACIÓN ALTERNATIVA QUE FUNCIONARA POR LOS MERCADOS. Una hoja o tríptico quincenal o mensual, que llegara con regularidad a todos los mercados de la comarca,... o del país. Que denunciara con prontitud, y con un LENGUAJE LLANO Y SENCILLO, pero al mismo tiempo RADICAL –ir a la raiz de los problemas- las mentiras de los medios. Tal vez una página web o un blog podría ser el instrumento donde la gente hiciéramos llegar nuestras propuestas, se votara y se eligiera el artículo a repartir. Una red de voluntarios para la distribución, autofinanciación para pagar los gastos de impresión,...

Pensaba en los mercados porque es donde yo me muevo, pero también en distribuir la hoja contrainformativa por las escuelas, los bares, las bibliotecas, los parques,... Soñaba con algo que UNIERA A LA GENTE DE LA CALLE, por encima de partidos políticos o nacionalismos, etc. Y lo sigo soñando. Hay muchas cosas que no entiendo, pero cada vez más desconfío de las cosas que nos dividen –y debilitan- y pongo mi esperanza en lo que nos une –y nos fortalece-.

Estoy preparando el tríptico de febrero, y a continuación os copio un artículo que tiene bastante que ver con vuestras colaboraciones.

¿Quién cabe en el mundo?

CARLOS FERNÁNDEZ LIRIA

Si nuestros sistemas políticos fueran lo que dicen ser, en todos los parlamentos se estaría discutiendo ahora una gráfica elaborada por Mathis Wackernagel, investigador del Global Footprint Network (California). Pero no parece que el asunto haya llamado demasiado la atención. Y sin embargo, la gráfica resulta demoledora para las más firmes certezas de nuestra clase política y, por supuesto, para los criterios más evidentes de los votantes. Sobre todo, en un mundo político en el que izquierda y derecha se llenan la boca con los objetivos del “desarrollo sostenible”.

La cosa es bien sencilla. El eje vertical representa el Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por Naciones Unidas para medir las condiciones de vida de los ciudadanos tomando como indicadores la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo y el PIB per cápita. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) considera el IDH “alto” cuando es igual o superior a 0’8, estableciendo que, en caso contrario, los países no están “suficientemente desarrollados”. En el eje horizontal se mide la cantidad de planetas Tierra que sería preciso utilizar en el caso de que se generalizara a todo el mundo el nivel de consumo de un país dado.

Wackernagel y su equipo hicieron los cálculos para 93 países entre 1975 y 2003. Los resultados son estremecedores y sorprendentes. Si, por ejemplo, se llegara a generalizar el estilo de vida de Burundi, nos sobraría aún más de la mitad del planeta. Pero Burundi está muy por debajo del nivel satisfactorio de desarrollo (0’3 de IDH). En cambio, Reino Unido, por ejemplo, tiene un excelente IDH. El problema es que, para conseguirlo, necesita consumir tantos recursos que, si su estilo de vida se generalizase, nos harían falta tres planetas Tierra. EEUU tiene también buena nota en desarrollo humano; pero su “huella ecológica” es tal que harían falta más de cinco planetas para generalizar su estilo de vida.

Repasando el resto de los 93 países, se comprende que hay motivos para que el trabajo de Wackernagel se titule El mundo suspende en desarrollo sostenible. Como no hay más que un planeta Tierra, es obvio que sólo los países que se sitúen en el área coloreada de la gráfica (por encima de un 0’8 en IDH, sin sobrepasar el número 1 de planetas disponibles) tienen un desarrollo sostenible. Sólo los países comprendidos en esa área serían un modelo político a imitar, al menos para aquellos políticos que quieran conservar el mundo a medio plazo o que no estén dispuestos a defender su derecho (¿quizás racial, divino o histórico?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto del mundo.

Ahora bien, ocurre que el área en cuestión está prácticamente vacía. Hay un solo país en el mundo que –por ahora al menos– tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba.

La cosa, por supuesto, da mucho que pensar. Para empezar porque es fácil advertir que la mayor parte de los balseros cubanos huyeron y huyen del país buscando ese otro nivel de consumo que no puede ser generalizado sin destruir el planeta, es decir, reivindicando su derecho a ser tan globalmente irresponsables, criminales y suicidas como lo somos los consumidores estadounidenses o europeos. Tendríamos muy poca vergüenza, desde luego, si condenásemos la pretensión de los demás de imitar el modo como devoramos impunemente el planeta. Pero se reconocerá que la imagen mediática del asunto cambia de forma radical: de lo que realmente huyen es del consumo responsable en busca del Paraíso del consumo suicida y, por intereses estratégicos de acoso a Cuba, se les recibe como héroes de la Libertad en vez de cerrarles las puertas como se hace con quienes huyen de la miseria, por ejemplo, de Burundi (a quienes se trata como una plaga de la que hay que protegerse).

A nivel general, la cosa es mucho más interesante. Es muy significativo que el único país sostenible del mundo sea un país socialista. Suele ser un lugar común entre los economistas que el socialismo resultó ruinoso e ineficaz desde un punto de vista económico. Sorprende que, en un mundo como éste, la falta de competitividad pueda aún considerarse una acusación de peso. En términos de desarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máximamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más.

El mayor reproche que se puede hacer al sistema capitalista es, precisamente, que es incapaz de detenerse e incapaz incluso de ralentizar la marcha. El capitalismo es un sistema preso de su propio impulso. El economista J. K. Galbraith decía que “entre los muchos modelos de lo que debería ser una buena sociedad, nadie ha propuesto jamás la rueda de la ardilla”. Sin embargo, nos encontramos con que, aunque nadie lo haya propuesto, este absurdo parece haberse impuesto de hecho: en el capitalismo cada uno trata de imponerse a la competencia aumentando su productividad para no perder mercado pero, al encontrarse todos en la misma carrera, no llega nunca el momento en que pueda detenerse este aumento ininterrumpidamente creciente del ritmo y la consiguiente dilapidación de recursos.

Ante esta dinámica absurda, debemos exigir el derecho a pararnos. No podemos permitir que nuestros ministros de Economía nos sigan convenciendo de que “crecer” por debajo del 2 ó 3% es catastrófico, y no podemos permitir que nuestros políticos sigan proponiendo como solución a los países pobres que imiten a los ricos. Es materialmente imposible. El planeta no da para tanto.

Cuando proponen ese modelo saben que, en realidad, están defendiendo algo muy distinto: que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional.

Carlos Fernández Liria es profesor titular de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid
martes, 29 enero, 2008