sábado, 26 de abril de 2008

Libertad para mentir

LIBERTAD PARA MENTIR
Prohibido prohibir (Mayo del 68)

Hace siglos que se discute sobre la libertad de expresión y sus límites. Una frase famosa, en mi juventud, era“prohibido prohibir”.
Decíamos entonces que, por ejemplo, si un grupo fascista quería poner una parada de libros en plena calle, no había problema. Nosotros siempre podíamos poner enfrente otra parada de libros donde la gente, por supuesto, pensábamos, se aglomeraría para leer la verdad.
Creíamos en el “hombre nuevo”, aquel que, educado en libertad, haría suyos los ideales de la solidaridad y de la fraternidad entre los pueblos. Y pensábamos que prohibir que alguien exprese sus ideas, era sentar la excusa, el precedente, para que algún día alguien prohibiera las nuestras. La solución, libertad de expresión para todo el mundo.
Han pasado muchas cosas desde entonces. El “hombre nuevo” que iba a nacer libre, fue abortado por dictaduras y democracias sólo en apariencia y una televisión que, de manera enfermiza, nos ha educado para el consumo, la resignación y el odio a “los otros”.
Poco pueden los honrados maestros-as, frente al bombardeo televisivo y de la prensa en general, que, sustituyendo a los curas de antaño, nos inculcan lo que debemos creer:

“En España (País Vasco incluido) hay elecciones libres. Las elecciones en EEUU son fraudulentas, pero legales. En Cuba no hay elecciones libres. Fidel Castro es un dictador. La guerra en Irak es ilegal. La guerra en Afganistán es humanitaria. Un dibujante está en su derecho a insultar a 1.000 millones de musulmanes. Un dibujante no tiene derecho a criticar al Rey, ni en broma. Si se cierra un diario vasco, o se ilegaliza un partido político por sus opiniones, es un triunfo de la democracia. Si Hugo Chávez, en Venezuela, no renueva la concesión a una televisión que aplaudió un golpe militar, demuestra que no hay democracia. Si los palestinos lanzan un cohete casero y matan a un colono israelí, Israel tiene derecho a defenderse y a castigar por asedio y hambre a toda su población. Al fin y al cabo, ellos lo quisieron, votaron a Hamas, y deben pagar su error.”

La guerrilla colombiana y Hugo Chávez, Presidente de la insumisa Venezuela, han realizado ya 2 entregas de rehenes, sin contrapartida por parte del Gobierno colombiano. Al contrario, éste trató de impedirlo, enviando miles de soldados a la zona donde se iban a liberar. Luego, penetra en territorio de Ecuador y, con alta tecnología y en plena noche, los masacra al estilo de Israel, provocando una crisis diplomática y preparando el camino para la guerra, siguiendo los planes de su amo.

Ahora se sacan de la manga, como por arte de magia, un estado nuevo, independiente: Kosovo. El imperio quería hace tiempo una gran base militar en Europa, en la frontera con Rusia. Por eso se rompió Yugoeslavia, que había sido un ejemplo de armonía entre distintas etnias, y se ha creado un estado artificial, con la ayuda de Bush y la sumisa Europa. Según James Petras, sociólogo americano, el supuesto presidente de Kosovo, el señor Thaci, fue considerado hasta los años 90 un terrorista y un gangster y estaba y sigue estando vinculado con narcotraficantes, trata de mujeres,...

Así pues, cuando al Imperio le apetece, crea un Estado artificial en un lugar estratégico, preparando futuros complots y guerras. Tiene su parecido con la creación de Kuwait en lo que antes fue Irak (la antigua Mesopotamia) y con la creación del Estado de Israel, que tantos frutos (podridos) ha dado a los que manejan las riendas del mundo en la sombra.
Por lo visto, al Imperio no le apetece que los palestinos, los vascos o los kurdos, o los catalanes, pueblos nada artificiales, con más raíces, lengua y cultura propia, podamos decidir nuestro destino.

¿Hay que boicotear los Juegos de Pekín?

Estos días, China está en el punto de mira de la prensa occidental, por el Tíbet. ¿Dónde está la verdad y dónde la manipulación? Si queremos saber la verdad, tenemos que repasar la historia del Tíbet y del boicot occidental a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. EEUU se ufana de haber preparado la “trampa afgana”. Armando a los talibanes afganos, forzó a los rusos a invadir Afganistán. Al poco, boicoteó los juegos de Moscú, en protesta por esa invasión que ellos mismos habían forzado.

Para acabar, un resumen de un periodista que todavía hace periodismo de investigación.

De la censura a la mentira (11/2/08)
Pascual Serrano, en Dominio Público (leído en “rebelion.org”)

“Bastaría con no mentir... Cuando se celebraron hace unas semanas las elecciones en Cuba, la gran mayoría de los medios aseguraban que sólo se podía presentar el Partido Comunista, al que pertenecían la mayoría de los candidatos, lo cual era falso... más de la mitad de los candidatos no eran miembros de ese partido. También hace unos meses, el semanario Intervíu difundía en portada un reportaje en el que afirmaba que Marcos Chávez, hermano del presidente de Venezuela, era el comisario general de la lucha contra la droga y la criminalidad en ese país y que una conversación grabada por la policía española mostraba la felicidad de los narcos desde que este hermano del presidente dirige esa policía. Ni el tal Marcos Chávez es el jefe antinarcóticos de Venezuela –es el responsable de la policía científica–, ni es hermano ni tiene ninguna relación de consanguineidad con Hugo Chávez. Del mismo modo, el diario El País presenta como manifestación contra Evo Morales una concentración de sus partidarios (28-11-2007). Las mentiras en nuestros medios de comunicación son constantes e impunes. En las dictaduras el método para impedir que los ciudadanos estén informados es la censura... Ahora las verdades pueden ser enterradas a base de mentiras, y el resultado es el mismo: ocultar la verdad, censura por tanto... O somos constantemente engañados con la mentira o la incertidumbre informativa es absoluta; ya no sabemos dónde se encuentra la verdad... La solución es la puesta en funcionamiento de órganos y legislaciones que garanticen el rigor en la información y sancionen las mentiras y falsedades. En España, los dos grandes partidos políticos,... han logrado que se termine la legislatura sin que se apruebe el Estatuto del Periodista, que pretendía esa veracidad y objetividad en la información, tras marearlo durante dos años. Y mientras tanto, los ciudadanos seguiremos sufriendo la nueva forma de censura, la verdad enterrada entre mentiras.”